De vuelta a la rutina después de unos días de descanso, espero que los que hayan salido vengan con las pilas cargadas y los que se han quedado en casa también, al fin y al cabo lo que vale es el cambio en la rutina, y los que han trabajado pues en otra ocasión será, tal y como están las cosas hay que dar gracias más que nunca por tener un trabajo.
Hemos tenido unos días con unas temperaturas más propias del principio de verano, pero no, no, no... tenemos que seguir esperando un poco, de nuevo tenemos fresquito y la lluvia lleva acompañandonos desde ayer-noche. Es un buen momento para tomar unas ricas verdinas antes que "la caló" apriete.
La faba verdina es una judía que posee unas características que la hacen especial. Se cultiva únicamente en determinadas zonas de Asturias, es muy similar a la fabe asturiana pero de maduración más temprana, en su cultivo y recolección se han de tener y seguir unos cuidados especiales. Necesita que la maduración se haga protegiéndola de la luz solar directa y en determinadas condiciones de humedad y ventilación. Tiene un delicado sabor y una textura fina y suave, es de color verde y más pequeña que la fabe asturiana y para cocinarla combina muy bien con marisco y pescado aunque queda también riquisima con carne.
Ingredientes:
500 grms. de verdinas, 1 chorrito de brandy, 1 diente de ajo, perejil al gusto, 1 cucharadita de pimentón dulce, sal, 250 grms de langostinos crudos, 1 cebolla pequeña, 1 rebanada de pan, 1 hoja de laurel, AOVE
Elaboración:
Ponemos a remojo las verdinas la víspera.
Pelamos los langostinos reservando las colas y en una olla salteamos las cascaras y cabezas con un poco de aceite de oliva a fuego vivo; flambeamos con el brandy y cubrimos con dos tazas de agua dejando cocer unos diez minutos. Colamos y reservamos el caldo. En otra olla, calentamos un poco de aceite y freímos el ajo y el pan. Sacamos y majamos en un mortero junto con el perejil y la sal.
Cubrimos el fondo de una cazuela con AOVE, calentamos y rehogamos la cebolla picada hasta que esté transparente. Agregar las verdinas escurridas y el pimentón, removemos y cubrimos con el caldo que teníamos reservado. Añadimos el majado del mortero y el laurel y dejamos cocer a fuego muy suave durante 1 hora más o menos hasta que las verdinas estén tiernas (si es necesario añadir un poco de agua). Incorporar las colas de langostino, rectificar de sal, dar un hervor y servir.
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