Este verano estuve pasando unos días por Cadiz, salvo Tarifa y Zahara de los Atunes no conocia nada más y me ha encantado. Además de visitar la ciudad también estuve en El Puerto de Santa María, Costa Ballena, Sanlucar de Barrameda con sus espectaculares puestas de sol, Jerez de la Frontera....
En Jerez pasamos más días, los suficientes para conocer mejor un lugar con reconocimiento internacional gracias a su vino "el jerez o sherry". El nombre de esta ciudad andaluza hace mucho tiempo que traspaso fronteras, hace unos 3.000 años llegaron los fenicios y fundaron la colonia llamada "Xera" que más tarde y bajo dominio romano recibió el nombre de "Ceret" y Xeres cuando fue fortaleza árabe, es en tiempos de los Reyes Católicos cuando se inicio el comercio de sus famosos vinos con los ingleses.
Y entre tanto fino, amontillado, oloroso, manzanilla... yo no podía venirme con las manos vacías.
La receta de hoy esta para chuparse los dedos y es que cuando la materia prima es buena poco más hay que hacer. Un buen oloroso y un pollo de corral son la combinación perfecta para que el plato sea un éxito.
Ingredientes (para cuatro personas):
1 kg de pollo de corral, 1 cebolla, 2 dientes de ajo, 1 hoja de laurel, 1 cucharadita de pimentón ahumado o del dulce, 4 o 5 cucharadas soperas de tomate natural triturado, perejil picado, 1 vaso de oloroso y otro de agua, sal y pimienta, harina y AOVE.